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LA #SantaAlianza CALDERÓN-CAMACHO vs el PACTO por MÉXICO

#SantaAlianza Calderón-Camacho contra Pacto por México

Alexia Barrios G.

El movimiento que realizaron los senadores del PAN, Ernesto Cordero, y del PRD, Miguel Barboza, al presentar su propuesta de “reforma política, como alternativa al Pacto Por México, constituiría el primer aviso de la muerte inminente del acuerdo multipartidista, pero también la reapertura del frente común que se conformó al final de la pasada administración cuando Manlio Fabio Beltrones y Manuel Camacho-Marcelo Ebrard, muy en concordancia con Felipe Calderón, coincidieron en lanzar “el gobierno de coalición”.

Aún no se sabe si Beltrones forma parte de este eje, pero más valdría que marcara su distancia y junto con su socio Emilio Gamboa, cerraran las válvulas de escape de los acuerdos entorno al Pacto Por México, de lo contrario, sus silencios y omisiones serían tomados como avales a la línea alternativa marcada por Cordero y Barboza.

Porque más allá de que estemos o no de acuerdo con los 30 puntos de la propuesta alternativa de reforma política, lo que cuentan son las formas, y las formas son fondo. En este caso, hay que considerar las siguientes vertientes:

Una, Ernesto Cordero se confirma como la carta fuerte de Felipe Calderón para hacerse del CEN PAN y tener el control absoluto y total del partido con miras a llegar fortalecidos al 2018, teniendo como carta alterna a la mismísima Margarita Zavala Gómez del Campo.

Una señal clara de que Calderón no se ha querido ir de México ni dejar de hacer política para su grupo político es que adquirió unas oficinas de súperlujo en Periférico Sur, en la delegación Álvaro Obregón a donde pretende instalar su Fundación Felipe Calderón (no se rían). Por ahora, según Beto de Tavira, dicho inmueble lo administra Fausto Barajas, ex subsecretario de Infraestructura en la SCT.

Segunda, el dúo Manuel Camacho-Marcelo Ebrard tiene un largo tiempo que no dan un golpe de impacto y no tienen asegurado el control del PRD nacional ni mucho menos del DF, donde Miguel Mancera les sigue cerrando los espacios y las negociaciones con la corriente de René Bejarano no tienen nada seguro.

Camacho-Ebrad saben que el 2018 será la última oportunidad de llegar al poder presidencial y si no construyen una buena estrategia difícilmente los dejarán pasar por el lado de las izquierdas o del lado de sus amigos calderonistas.

Tercero, en caso de que Beltrones-Gamboa estén en este eje de acuerdos, no tardarían en darle entrada a las propuestas planteadas, y se comportarían muy displicentes con los juicios políticos contra prominentes figuras del ex presidente Felipe Calderón, entre ellos de Marisela Morales y Genaro García Luna.

Como recordarán, el 27 de septiembre de 2011, afirmé en La Farsa del Gobierno de Coalición, lo siguiente:

Bajo la oferta de “gobierno de coalición”, dos políticos distanciados histórica e ideológicamente como Manuel Camacho y Manlio Fabio Beltrones, lanzaron la propuesta a la opinión pública el pasado 19 de septiembre en dos artículos en dos medios nacionales, El Universal y Reforma, a la cual se han sumado “espontáneamente” Federico Reyes Heroles, Juan Ramón de la Fuente, José Woldenberg (estos últimos cartas alternas del PAN y Calderón a la candidatura presidencial o al GDF).

La propuesta del “gobierno de coalición” llega con todo un equipamiento intelectual, jurídico y político. El 15 de septiembre de 2011, en el Senado, fuera de tiempo y “de casualidad” Manlio Fabio Beltrones presentó una iniciativa de reforma constitucional para que el Senado apruebe la posibilidad de que el próximo presidente de la República se ampare a la figura de “gobierno de coalición” y comparta su gabinete, su plan de trabajo y someta sus acciones al Congreso de la Unión; o sea, un régimen semiparlamentario.

Y rematé:

La propuesta de “gobierno de coalición” se podría entender como inteligente y democrática fórmula necesaria y hasta urgente para que México llegue al proceso electoral del 2012 sin tanta ingobernabilidad y desquiciamiento social. La situación actual de narcoviolencia y la falta de mayorías en el Congreso de la Unión, apuntarían que la fórmula de Camacho/Ebrard/Chuchos/PAN es la correcta y que sería hasta tonto autoexcluirse.

Pero se trata de una gran trampa. Primero, porque como iniciativa de reforma representa una aberración jurídica, desfasada y oportunista. Segundo, porque quieren poner al Senado por encima de la Cámara de Diputados, del titular del Ejecutivo federal y del Poder Judicial, sin pasar por una reforma radical al sistema político mexicano. Y tercero, porque se trata de una farsa de la dupla Camacho-Beltrones para ofertar a Felipe Calderón que el PRI puede ser derrotado por otra vía: la del gobierno de coalición, aunque en el fondo sea la misma gata revolcada de las alianzas anti-PRI.

En el fondo, para estos grupos del “gobierno de coalición”, quieren ser parte de la repartición del pastel presidencial en el 2012 y tener una rebanada asegurada, porque por ahora, en sus respectivos partidos y alianzas, nomás no se les ven posibilidades.
Para Camacho/Ebrard el tema le permite tener argumentos para rebasar por esta vía el desgaste con Andrés Manuel López Obrador y para Beltrones, una elegante forma de deshacerse o de acotar a Enrique Peña Nieto.

Como hace dos años, hoy reitero que dado que ni Calderón quiere irse de México, ni Camacho-Ebrard tienen una agenda de impacto nacional, ya han aprovechado el vacío de operación política que está dejando el equipo de Enrique Peña Nieto y a la luna de miel de los Chuchos del PRD, así como el débil estado anímico de Andrés Manuel López Obrador.

Cuestión de tiempo para saber hasta dónde llegará esta Santa Alianza, que no es nueva, pero que ha fracasado en otros momentos. ¿Estarán en vías del triunfo esta vez? La respuesta la tienen los demás actores.

alexiabarriossendero@gmail.com



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